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viernes, 3 de junio de 2011

Amsterdam, México

Lourdes y Mónica disfrutan de rodar por Amsterdam... en la bella ciudad de México bajo un intenso sol y un calor de "ahí te encargo"; las espontáneas y francas sonrisas delatan ese gusto que la bici dispara apenas uno se sube y pedalea. Por esta calle corrían veloces caballos a principios del siglo pasado, luego vinieron los autos y hoy en día las bicis toman posesión cada vez más de este circuito, sin competencias ni apuestas como en el tiempo del galope porfiriano, sin banal presunción como aún se observa en algunos automovilistas que salen a pasear su carro para que lo vean, para que los vean (curiosa inversión, uno creería que es el carro el que lo lleva a pasear a uno y no al revés, pero bueno... ), sino con la serena calma, la libertad y la buena vibra que la bici ofrece. ¿Cuantas veces has visto en verdad a los automovilistas sonreír así cuando conducen sus máquinas? ¿cuantas?


La Condesa, La Roma y Coyoacán se están convirtiendo ya en las primeras colonias (aunque Coyoacán no es estrictamente una colonia) en México donde la gente usa mucho la bici, cada vez más, no sólo para pasear como los marcelinos invitados dominicales, lo cual está también muy bien, sino para transportarse, hacer compras, ir al trabajo, a la fiesta y a ver a los amigos.

¡Saludos!