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miércoles, 25 de julio de 2012

Rodada Anti-imposición



El pasado domingo 22 de julio, por iniciativa de Yo soy 132 en Bici, se realizó una rodada de la rectoría de C.U. a la Roma, donde esperaba otro grupo de ciclistas, para de ahí rodar a Reforma y luego al Zócalo.

La inquietud surgió del hecho de que algunos habían antes asistido a las marchas con su bici y se encontraban con la dificultad de avanzar con ella ( a pie naturalmente ) entre tanta gente, por lo que pensaron que sería mejor convocar a reunir a las suficientes personas en esta situación y conformar un contingente ciclista.


Durante el trayecto recibimos sobradas muestras de apoyo de automovilistas y transeúntes que tocaban su claxón y aplaudían respectivamente.



Rodamos primero sobre Reforma y de regreso nos unimos a los contingentes que nos recibieron muy entusiastas.




Se sabe ya que la cadena de la bici es la única cadena que libera, no aprisiona, y el hecho de andar en bici en esta ciudad y en este país es ya un acto irreverente, rebelde y revolucionario. ya había señalado en otra entrada (sobre Camila Vallejo), cómo la bicicleta ha roto paradigmas desde su aparición y cómo lo sigue haciendo. No se puede no mirar la vida de otra forma cuando se pedalea y se encuentran alternativas de movimiento, dirección, y caminos; eso mismo constituye ya una metáfora sobre la vida misma. Dejar el auto, renunciar a cuestiones de imagen y valores superfluos, asumir un contacto mucho más estrecho con el propio cuerpo, permitirse el erotismo de andar en bici, pues es innegable que el movimiento es una estimulación kinestésica que fluye por todo el cuerpo y que se traduce en placer, no por nada los efectos en el cuerpo son benéficos por donde se les vea, ser responsable por la propia movilidad e independiente de la gasolina recupera el verdadero sentido de la palabra "automóvil " donde el cuerpo es su propio medio de movimiento y traslado pues si éste no se mueve entonces tampoco se traslada. Hay una gran diferencia entre mover las piernas, la espalda, los hombros y las manos y mover sólo el tobillo y levemente las manos cuando se conduce un coche, así el cuerpo es el verdadero auto-móvil. El motor es el mismo objeto que se impulsa, realización pulsional por excelencia, el movimiento es la  misma meta del movimiento.

El encuentro con el otro convierte a casi cualquiera en vecino si ubicamos que en su etimología el vecino es lo cercano; no hay latas que separen al sujeto de su medio circundante, no se mira el paisaje detrás de un vidrio, se le mira directamente y se siente el viento sobre el rostro que no se oculta de la vida. ¿Cómo sería insensible un ciclista a las situaciones que su patria vive? 


El pedalear genera grupos espontáneos cuando nos encontramos con otras personas que se transportan en bici mientras el auto aísla y divide generando una competencia estúpida para ver quién pasa primero. El ciclista convive, el automovilista rivaliza.

La politica en su sentido original tiene que ver con el ser con el otro, ser con los otros, es la forma en que un sujeto se organiza con y en una comunidad, con la polis. Un ciclista puede ser partidista pero no apolítico porque no puede ignorar ni al otro ni a su medio.

Gracias a División del Sur y a Yo Soy 132 en Bici por su invitación.

¡Saludos!

Absurdo tráfico


Les comparto esta nota de hoy de La Jornada que muestra con datos estadísticos lo absurdo que resulta seguir gastando los dineros públicos en más y más vialidades y no en vías alternativas de transporte, "beneficiando" así sólo a la minoría que tiene auto en esta ciudad pero no a los millones que se transportan en servicio público o en bicicleta. 

Sigo lamentando el segundo piso que se construye en periférico y que cada día tapa un poco más el poco paisaje de cielo y de cerros y montañas que aun se pueden apreciar y que en poco tiempo lo único que se verá cuando conduzcan sus autos por ahí será una plancha gris encima de ustedes. Está demostrado también que los paisajes urbanos con colores grises influyen en el estado de ánimo de las personas; particularmente deprimen y estresan, lo que a su vez genera problemas de salud en el cuerpo.

saludos yVa la nota:

Por el tránsito se pierden en el DF 3.3 millones de horas-hombre: CTS
Equivale a 33 mil millones de pesos al año: Adriana Lobo, directora del organismo
Muy grave que el grupo de menor ingreso destine hasta 40% de éste en transporte, dice
Laura Gómez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de julio de 2012, p. 37
En la ciudad de México se pierden diariamente 3.3 millones de horas-hombre por el tránsitoo, lo que equivale a 33 mil millones de pesos al año, informó la directora del Centro de Transporte Sustentable (CTS-México), Adriana Lobo.
Los sectores de la población de menores ingresos se ven seriamente afectados por esta situación, al destinar entre 25 y 40 por ciento en transporte para llegar a su destino, lo cual es muy grave, pero no es una situación exclusiva del Distrito Federal, dice.
Los problemas ocasionados por el crecimiento desordenado de las urbes no es exclusivo de la ciudad, sino también se presentan en Guadalajara y Monterrey, pues cerca de 80 por ciento de los mexicanos viven en ciudades y casi seis de cada diez en metrópolis.
Las ciudades mexicanas, sin embargo, están en crisis, al perder competitividad y sutentabilidad por ser cada vez más extensas, disgregadas, con servicios y equipamientos deficientes y profundamente destructoras de la diversidad natural y el equilibrio ambiental, señaló.
La representante de CTS-México destacó que la falta de una ley que obligue a los gobiernos locales a reconocer los conflictos de las ciudades como metropolitanas ha impedido que se atiendan problemas como el transporte, vivienda y la contaminación.
Foto
Los problemas ocasionados por el crecimiento desordenado de ciudades como las de México, Guadalajara y Monterrey, por la falta de una política nacional de desarrollo urbano, propician pérdida de competitividad y ponen en peligro la gobernabilidad, señalaron especialistasFoto María Meléndrez
Comentó que la falta de una política nacional de desarrollo urbano tiene altos costos sociales y económicos, en lugar de construir ciudades, estamos construyendo una trama basada en la expansión que ocasiona numerosos problemas a sus habitantes.
Alfonso Iracheta, presidente de la organización civil Foropolis, precisó que se tienen 56 zonas identificadas como metropolitanas, siendo las más conflictivas las del valle de México, Guadalajara y Toluca, en las cuales no existe un verdadero proyecto de desarrollo.
La situación es extremadamente grave, porque está en peligro la gobernabilidad de las ciudades, su sustentabilidad, abastecimiento de recursos y competitividad económica. Una ciudad parada por horas a causa del tráfico, con una gran masa de vendedores informales, falta de infraestructura y desarrollo social y un elevado índice de inseguridad, sólo puede tender a perder competividad, advirtió.
Dichos problemas no se han solucionado por no existir una ley que obligue a los gobiernos locales a reconocer los conflictos de las ciudades como metropolitanos, cuando ya son conglomerados urbanos que rebasan los límites originales de las urbes, afirmaron.

martes, 3 de julio de 2012

Vagares imaginarios

Corría en los viveros de Coyoacán y de pronto apareció un hombre andando y empujando su bici, pues está prohibido andar en bici ahí, sólo lo hacen los guardias, me apresuro a sacar mi cámara para hacer una foto. Caminaba pausadamente entre absorto y dubitativo, iba con la calma con la que se va a ningún lado y su mirada atravesaba la tierra como quien puede mirar a través de ella, no había mucha gente; una señora apenas es visible a la derecha, sus piernas se asoman tímidamente no sin camuflarse con el tronco de un árbol; el caminante-ciclista pasará frente a ella en un instante. Carga sus cosas en alforjas que penden de la parrilla de la llanta trasera, así que no pasea sino que se transporta, pero en lugar de avanzar con la rapidéz que su bici le ofrecería sobre la calle prefiere internarse y atravesar los viveros y sólo él sabe si es para disfrutar del aire de ahí, de los árboles y del paisaje que según el ángulo que uno tome ofrece la vista de cualquier bosque, ¡tanto! que uno llega a tener la impresión de estar lejos de la ciudad, o si lo hace para guarecerse del exterior de una ciudad rugiente y agresiva o de tiempos amenazantes y de desilusión. Es entonces, cuando llego a este punto de mis vagares imaginarios sobre los motivos de otro, que siento tristeza, pero no sé si por ese hombre solitario, o por la bici que va un poco sin vida por no ser montada sino empujada como auto descompuesto, o por la mujer que se teje entre los árboles en espera de nada, porque nadie llega y nada pasa mientras yo estoy ahí, o si siento tristeza por mi que me descubro un poco en ese hombre solitario, en esa bici, en esa mujer y hasta en el camino que no hace otra cosa más que estar ahí. Me llego a sentir como defraudado, y ahí se me aclara todo: la desolación flota en el aire y se matiza en los rostros de la gente aunque no de todos y se puede oler a cada respiro en esta ciudad y en este país: "FRAUDE". 


Ahora viene el coraje...