Buscar este blog

lunes, 6 de agosto de 2012

A cada cual lo suyo


No es nada fácil compartir una actividad como el ciclismo (pero en realidad casi cualquier actividad) si a tu pareja no le gusta. La bici es tanto un medio de transporte como recreativo y deportivo. Difícilmente alguien que no tenga una inclinación por la bici estará dispuesto a pedalear de aquí para allá si puede ir en auto sin hacer el menor esfuerzo, pero eso mismo advierte  ya al ciclista y a la ciclista (no es privativo de un género) que el otro simplemente no está dispuesto a esforzarse y la pregunta que naturalmente nos puede surgir es ¿para qué otras cosas no estará dispuesta/o a esforzarse?, puesto así, andar en bici denota una posición nada pasiva que trasciende al mero gusto por la bici en una persona porque da cuenta de la posición que alguien tiene hacia la vida y en la vida, actividad y diversión o pasividad y conformismo.

Efectivamente la gran mayoría no está dispuesta a hacer el mínimo esfuerzo si se lo pueden ahorrar, mientras que los ciclistas disfrutan de dar siempre un plus, porque tampoco se trata de que haya gusto por el sacrificio ni el dolor; no creo que haya ciclistas que realmente disfruten con eso, pero sí con ver los resultados de un esfuerzo (salud, economía, diversión, poner el grano de arena en la ecología, etc), alguien así generalmente también pondrá un plus en el trabajo, la familia, la pareja, etc. Por eso no todos están satisfechos con sus vidas, porque los resultados no han sido los que han esperado, pero tampoco han dado ese plus que se los provea; han preferido por ejemplo sólo  mover el tobillo y las manos para conducir su auto que mover sus piernas, tobillos, manos, espalda, cuello, hombros, glúteos, corazón, pulmones, etc, aunque luego se quejen de sobre peso o de diabetes o de hipertensión o de contracturas.

No es que se tenga que elegir pareja poniéndola a prueba de esfuerzo en bici, sin duda hay parejas que han logrado convivir muy bien aunque a uno de sus miembros no le plazca la bicicleta y no la use, pero a la mayoría seguro le llueven reclamos por "irse" los fines de semana a la montaña o por no poder compartir un trayecto en el transporte o por no apiadarse del dolor de pedalear de su pareja que lo mira o la mira con una mala disimulada tensión acusadora como si fuera un(a) sádico(a).

Por otro lado, la experiencia cotidiana muestra que es muy mala idea poner a alguien ante la disyuntiva de elegir entre algo que le guste y le apasione o su pareja, ¿por qué introducir una absurda competencia donde no la hay? seguro que la bici no coge como la pareja ni la pareja transporta ni divierte como la bici. A cada cual lo suyo ¿no?

No hay comentarios: