1a etapa: Barht-Straslund
El día inició temprano, tomamos un baño y salimos a buscar dónde desayunar. El cuarto que conseguimos para pasar la noche fue lo suficientemente cómodo y agradable, con la compañía de algunas pocas inofensivas arañas, ¡sería el calor!
Barth seguía siendo zona walking dead, no había nadie en todo el pueblo, muy raro para ser lunes por la mañana. Al fin dimos con un café que estaba abierto -el único al parecer-
Desayunamos unos huevos montados en pan y revisamos los mapas para ver por dónde tendríamos que ir a Straslund, un pequeño pueblo con puerto de donde partiríamos en barco a la isla Hiddensee, en el mero norte de Alemania.
La primera pista fue seguir hacia las indicaciones "A la Ciclovía del mar del este"
Y comenzar a pedalear. Nos espera todo un día de clima agradable, muchos y variados paisajes: bosque, costa, trigales, molinos, puentes, pueblos, puertos, autopista, carretera, terracería, arenales, etc, etc.
Una pequeña pausa en el camino para hidratar y descansar un poco.
Y después una gran pausa para comer, cargar pila y seguir hidratando. Aquí las bicis en el estacionamiento del restaurante en el que paramos.
¡¿Qué decir de la cerveza alemana?! ¡Muy buena! y el platillo es una Blutwurst que en México conocemos como "moronga"
Luego continuamos a Straslund que ya no parecía tan lejano, y efectivamente llegamos con buena pila y a buena hora todavía para tomar el barco.
Llegando a Straslund
Esperando el barco.
2a Etapa: Straslund-Shaprode
Debido a la mala información de la mujer que nos vendió los boletos, ¡perdimos el barco! Resulta que salió de otro muelle. Mucha gente más también se quedó. La escena fue tragicómica, a las 15:00 hrs exactamente, hora en que saldría el barco, escuchamos el sonido de un barco que desde otro muelle y con otro destino señalado comenzó a maniobrar para salir del puerto. En el acto miramos nuestros relojes y nos miramos entre nosotros todos los que estábamos ahí; la gente sonriente en el barco nos hacían amables señas de despedida desde la proa mientras nosotros veíamos cómo se alejaba el barco en el que deberíamos de estar. Luego de algunos reclamos nos devolvieron nuestro dinero y entonces Laura propuso continuar el viaje en bici hasta Shaprode, a donde incluso podríamos llegar antes según nuestros cálculos y tomar otro barco hacia Hiddensee, ¡ilusos! el resto del viaje en bici nos llevaría el resto del día y parte de la noche y nos dejaría tiempo apenas para llegar, cenar y bañarnos antes de dormir.
Así que continuamos en bici hacia Shaprode...
En varias ocasiones tuvimos que parar para mirar bien el mapa y orientarnos, en alguna ocasión tomamos camino diferente y tuvimos que regresar al punto del giro erróneo para volver a la dirección correcta y continuar con el viaje.
Pasando por Moordorf ya empezaba a preguntarme cuánto tiempo faltaba y el cansancio se sentía ya con ganas.
Luego, pasando Dreschvitz tuvimos que regresarnos porque nos habíamos ido de largo, así que volvimos y tomamos un camino que inició con terracería y pronto se convirtió en un pesado camino arenoso donde incluso en algún momento tuvimos que bajar de la bici para empujarla debido a que las llantas se atascaban.
Por último, llegamos a carretera y rodamos camino arriba contra un fuerte viento que nos hacía más pesada la marcha. En ese momento ya ni hablábamos, yo sólo quería llegar, el camino se me hizo larguísimo, creo que igual a Christian y Laura, además se me juntaba con la rodada de 100 kms del día anterior y por si fuera poco, me había dado un pedalazo en la espinilla. Con todo, los paisajes seguían siendo bellos.
Habíamos rodado unos 100 kms cuando por fin llegamos a Shaprode,donde ubicamos un Camping para pernoctar y al día siguiente zarpar, ahora sí, a Hiddensee.
Recorrido total:
Próxima rodada: Isla Hiddensee
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